El presidente francés, Emmanuel Macron, anunció este jueves que se van a duplicar los efectivos que su país utiliza para los controles fronterizos, hasta las 4.800 personas, y que en diciembre pedirá a los otros líderes de la UE una reforma en profundidad del Tratado de Schengen sobre las fronteras exteriores.
Macron, que se desplazó hasta el puesto fronterizo del Pertús, con España, dijo que el objetivo es "luchar contra la inmigración clandestina" e impedir que esos flujos sean utilizados por los terroristas.
En una declaración ante la prensa, explicó que quiere que con la reforma de Schengen la Unión Europea (UE) se dote de "una verdadera policía" para controlar sus fronteras exteriores y que la toma de decisiones se haga "de forma mucho más integrada".
Precisó que hará propuestas en el Consejo Europeo de diciembre para repensar la organización de Schengen, intensificar la protección común "con una verdadera policía de seguridad de las fronteras exteriores" y dar más competencias a las reuniones de ministros de Interior de los países miembros para así lograr una mayor eficacia.