Política
La tarde de este jueves, un rumor que circulaba en la política dominicana se hizo realidad: Vladimir Céspedes, presidente provincial del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), anunció su renuncia tras más de 40 años de militancia en la organización. La noticia se ha interpretado como un duro golpe para el PLD, especialmente en una región donde la deserción de líderes políticos se ha intensificado.
Céspedes hizo pública su decisión a través de una carta dirigida a Danilo Medina, expresando gratitud hacia sus compañeros de partido. "Los llevo en mi corazón y espero que nuestros caminos se crucen nuevamente en el futuro, siempre que sea para la defensa de los intereses del pueblo dominicano", escribió. Sin embargo, la pregunta que muchos se hacen es si esta defensa realmente ha sido prioritaria para el PLD en los últimos años.
La renuncia de Céspedes, quien fue miembro del Comité Central del PLD y alcalde de Sosúa, se suma a la de otros dirigentes, como el empresario Jorge Espaillat, quien también dejó el partido el martes. Además, se anticipa que José Antonio Castillo (Chelo), presidente del comité municipal en Villa Isabela, se unirá a la lista de desertores. Este éxodo masivo de figuras prominentes del PLD en la región no es solo una cuestión interna; es un reflejo del descontento que se siente hacia la dirección actual del partido y las decisiones de sus líderes.
La situación en Puerto Plata plantea serias interrogantes sobre el futuro del PLD en la zona y su capacidad para mantener su estructura organizativa. Las renuncias, que se han producido "en forma de estampida", evidencian una crisis de liderazgo que el partido deberá abordar si desea recuperarse de esta serie de deserciones. La expulsión de Carlos Amarante Baret y el descontento generalizado indican que el PLD podría enfrentar retos aún más significativos si no logra recuperar la confianza de sus miembros y la comunidad.
Fuente: El Pregonero