.jpeg)
Desde el Salón Las Cariátides del Palacio Nacional, el presidente Luis Abinader expuso ante el país uno de los planes más ambiciosos de su gestión: un conjunto de 15 medidas integrales que buscan recuperar el control migratorio, fortalecer la seguridad fronteriza y garantizar que el territorio dominicano no se vea desbordado por la crisis haitiana.
“El problema migratorio no admite más indiferencia ni soluciones a medias”, expresó el mandatario, tras anunciar el reforzamiento inmediato de las brigadas fronterizas con nuevos mandos y más soldados. La estrategia contempla una reorganización operativa en seis zonas clave, lo que representa un salto cualitativo en la vigilancia y control territorial.
Paralelamente, el Gobierno activará la reforma de leyes esenciales para combatir con eficacia el tráfico de personas, endureciendo sanciones a empleadores y propietarios de inmuebles que faciliten la permanencia de inmigrantes en situación irregular. También se establecerá un protocolo médico obligatorio para los hospitales públicos, a fin de asegurar que los servicios de salud no sean desplazados en perjuicio de los dominicanos.
En una apuesta por la institucionalidad, Abinader propuso la creación de una Procuraduría Especializada en Asuntos Migratorios, así como de un Observatorio Ciudadano para vigilar el cumplimiento de la política migratoria desde la sociedad civil. Todo esto, enmarcado en la búsqueda de un nuevo pacto social donde empresarios, políticos y ciudadanos se sumen a la responsabilidad de defender la soberanía.
El presidente concluyó su mensaje llamando a la unidad nacional y reafirmando que la República Dominicana no puede seguir pagando el precio de una crisis que no generó. “Esta es la hora de actuar con decisión, sin miedo, sin ceder un ápice de nuestra soberanía”, dijo.